sábado, 12 de enero de 2008

Bernd Rosemeyer

En la Frankfurt – Darmstadt autobahn (autopista), después del pueblo de Langen – Morfelden, detrás de unos árboles, está un monumento al gran Rosemeyer. Nacido en Lingen, Baja Sajonia, el piloto alemán empezó su carrera como la comenzaban muchos en su época: El motociclismo. Compitió en varias carreras locales, incluídas subidas a montañas a bordo de motos BMW y NSU.
Rápidamente se ganó una reputación de rapidez, lo que hizo convertirse en el favorito de la afición, gracias a su fácil y carismática personalidad. Rápidamente llamó la atención de la DKW, quien se había unido con otras empresas para crear la Auto Union (hoy llamada Audi). Un revolucionario vehiculo de competición se estaba construyendo en su fabrica, bajo la dirección del Dr. Ferdinand Porsche, quien después de la Segunda Guerra Mundial, produciría los vehículos de producción que llevan su apellido. Estos vehículos, presentaban un motor de 16 cilindros, instalados en su parte posterior, con suspensiones independientes y carrocerías aerodinámicas.

Después de escuchar lo que Auto Union le había propuesto, Rosemeyer sintió naturalmente que debía de manejar estas nuevas bestias que se estaban construyendo. El piloto estrella de la compañía era el austriaco Hans Stuck, quien tomo el nuevo carro hacia las mieles del éxito, con victorias en los Grandes Premios de Alemania, Suiza y Checoslovaquia. El director de Auto Union, Willy Walb, finalmente cedió con los pedidos del piloto alemán y le ofreció un test para noviembre de ese año. En la mañana del test, ¡Rosemeyer apareció usando un traje! Walb, al verlo trajeado, y no vestido con uno de los overoles, le pregunto el porqué. Bernd solamente le contesto que “Este era un día especial para mi. Mi debut en un vehiculo de competición. Así que pensé que me debía vestir como para un día así”. Walb no comprendió la respuesta de Berna, pero pronto lo haría. La prueba se hizo en el imponente Nurburgring, pero Rosemeyer tenia la suerte de conocer el circuito, ya que en más de una ocasión, había corrido ahí con las motos.

Pronto se coloco a tono y empezó el test. A pesar que estaba trabando con mucho mas potencia que las de sus motos, el estaba estableciendo tiempos bastante rápidos. Se podia pensar que el auto tenia mente propia y viendo que Bernd estaba mas confiado encima de él, el auto le iba a enseñar a Rosemeyer una lección de humildad. Rosemeyer aplico la potencia del vehiculo un poco mas rápido que la acostumbrada a ese circuito y la parte de atrás del vehiculo se deslizo hacia un lado. Termino su test en unos arbustos en la parte más lejana del trazado de 22 Km.

Lentamente regreso a los pits. Los mecánicos de Auto Union revisaban el vehiculo mientras que Willy Walb repreguntaba internamente si este era un material digno para la escudería. Rosemeyer volvió a pista y sin perder tiempo, igualo los tiempos cronometrados por el más experimentado Stuck. Walb firmo a Rosemeyer como piloto reserva. El carro que horrorizó a muchos, era un paseo en el parque para él. Viendo que la única experiencia que tenia el alemán era en motociclismo, ¡asumió que todos los vehículos de competición se manejaban como el Auto Union!

La temporada de 1935 comenzó pero Rosemeyer no había manejado el auto en batalla. Walb considero que no tenía la suficiente experiencia para manejar en el Automobil Verkehrs und Ubung Straße (AVUS) GP, cerca de Berlín. Rosemeyer empezó a dejarle notas a Walb, donde siempre le pedía una oportunidad. “¿Por qué Rosemeyer no está manejando? o ¿Donde esta el auto de Rosemeyer?, eran las clases de notas que le dejaba Bernd a Willy. Al final, Walb cedió. Si Rosemeyer quería arriesgar su vida en el rápido y peligroso circuito de AVUS, por lo menos el equipo se lo advirtió. Se clasifico con el tercer mejor tiempo del circuito pero el día prontamente terminó con una rotura del motor.
La siguiente carrera era el Eifelrennen, que se corría en el Nurburgring. Rosemeyer era solamente el cuarto piloto del equipo, pero con problemas para el resto de los pilotos de Auto Union, era su nuevo trabajo retar a los Mercedes que estaban en punta. El equipo le dio las ordenes de atacar a los Mercedes, las cuales el recibió muy gratamente. Manejando el Auto Union en el Nurburgring, con barridas traseras espectaculares, no vistas hasta la época por el público alemán, paso a Louis Chiron y a Luigi Fagoli. Solamente le faltaba el Mercedes que estaba en la punta, el Mercedes de Rudolf Caracciola. En el momento en que menos se lo imaginaba, Rosemeyer pasó al alemán y se coloco en punta. Caracciola, considerado uno de los mejores pilotos alemanes de todos los tiempos, se recuperó y pasó al novato para adjudicarse la victoria por un escaso margen de 1.8 segundos. Después de esa carrera, Rosemeyer fue ascendido a piloto tiempo completo, detrás del italiano Varzi y el alemán Stuck.

En su segunda carrera, se vio envuelto con el mejor de todos: Tazio Nuvolari. En Pescara, Italia, el alemán trato de pasar abruptamente al Mantuano durante la segunda vuelta; pero se deslizó demasiado, y reventó ambos neumáticos traseros. Se recuperó y regresó a los pits. En la octava vuelta, sus frenos no respondieron antes de entrar a una curva y el Auto Union se deslizo hacia fuera, brincó una canal que se encontraba a un lado de la carretera y pasó entre un poste telegráfico y un puente provisional para regresar un poco mas adelante de retorno a la competencia. Eventualmente, Rosemeyer finalizaría segundo detrás de su compañero Varzi.

Después de la carrera, el Dr. Porsche se acerco al sitio en donde se había salido Rosemeyer. Los ingenieros tomaron la medida que estaba ente el poste y el puente, y compararon con la medida trasversal del Auto Union. ¡Encontraron que la distancia entre ambos, estaba separada por unos 2.5 cm! Silenciosamente, el doctor estrecho manos con el piloto alemán y le dio unos golpecitos en la espalda. Porsche había aprobado la nueva contratación de Auto Union. Rosemeyer ganaría su primera carrera en el Masaryk GP, en Checoslovaquia, terminando seis minutos por delante de Nuvolari y Chiron.

El orden de los Campeonatos Alemanes de Velocidad había sufrido una sacudida. Rosemeyer estaba entrando en los primeros sitios de la afición. En su primera temporada completa, el alemán se disparo meteoricamente. Su más grande victoria, el Eifelrennen, ocurrió en el circuito que más le gustaba: Nurburgring, venciendo a von Brauchitsch, Caracciola y Nuvolari en un circuito en pésimas condiciones de visibilidad, gracias a la presencia de la niebla característica de las montañas Eifel en Alemania. Con esta victoria, a Bernd se le concedería el titulo de “Herr Nebelmeister”, el maestro de las nieblas. Ganaría los Grandes Premios de Alemania, Suiza, e Italia. Y fue coronado Campeón Europeo. En el GP de Mónaco de ese año, el alemán se despisto por una mancha de aceite y golpeó contra uno de los puentes. Un vaso ornamental de piedra, se debilito con el golpe y cayo al suelo. Cinco minutos después, aparecería en los pits, con el vaso debajo del brazo. “Si no puedo ganar una copa de verdad,” dijo con una sonrisa, “por lo menos me llevare esta a casa”. El año que siguió trajo mas alegrías para Rosemeyer, incluidas la Copa Vanderbilt, en donde los pilotos alemanes hicieron una profunda impresión en sus anfitriones americanos.

En el Gran Premio de Alemania, volvió a hacer de las suyas, registrando un excelente tiempo de pole, a casi seis segundos de sus rivales Mercedes. En sus carreras, era característico que Rosemeyer se saliera de pista varias veces, pero tomaba control del indominable Auto Union y lo ponía a valer. Después de cuatro horas, terminaría en tercera posición mientras que su rival de siempre, Rudolf Caracciola se llevaría la victoria. En pleno apogeo de la Alemania Nazi, los premios serian presentados por el oficial de más rango: Adolf Hunlein. A Caracciola se le presento un trofeo que representaba a la Diosa de la Velocidad. Enseñando su desacuerdo con los burócratas en general y con los del Partido Nacional Socialista en particular, colocó un cigarrillo encendido entre los labios de la estatua, mientras Huhnlein le daba la espalda. Alertado por la risa del público, Huhnlein volteó para solo ver la inocencia fingida de Rosemeyer. La ultima carrera de la temporada sería en Donington, en frente de 50.000 impresionados fans británicos, que acudieron para ver como los autos alemanes literalmente destruían a los héroes locales. A pesar de que había destruido a los Mercedes en varias carreras, y llevarse impresionantes victorias, sabía que para la temporada de 1938 el enemigo a vencer seria su gran amigo Nuvolari, quien dejaría Ferrari para unirse a Auto Union.

Al final de la temporada, Mercedes sintió que su reputación fue aplastada por la recién llegada Auto Union y su piloto estrella. Decidieron recuperar el record de velocidad en tierra, que Auto Union también se los quitó El intento sería en la Frankfurt – Darmstadt – Heidelberg autobahn.
Cuando Rosemeyer le quitó el record de velocidad a Mercedes, declararía: “A 384 Km. /h, las juntas del concreto se sienten como golpes a la cara, produciendo su correspondiente resonancia. Cuando aceleras más, el ruido desaparece. Al pasar debajo de los puentes, sientes como un golpe en el pecho, ya que el vehiculo esta empujando el aire hacia afuera y este queda atrapado dentro del puente. Cuando tu pasas un puente, por una milésima de segundo el sonido del motor se desaparece completamente y regresa como un trueno cuando emerges de el”

La fecha en el calendario para hacer el intento fue a finales de Enero, antes del Show del Automóvil de Berlín. Auto Union sabia que no podía dejar pasar esta oportunidad de publicidad que tenía Mercedes y prepararon uno de sus vehículos, solo en caso de que Mercedes retomara el poder al record. El 27 de Enero de 1938, Alfred Neubauer, jefe de Mercedes, chequeó con el Aeropuerto de Frankfurt las condiciones climáticas del próximo día. Para la mañana siguiente, el día estaría muy bien, casi sin vientos, pero empezarían a levantarse a partir de las 9 de la mañana. A las 8:00, Caracciola salio y impuso un nuevo record de velocidad en tierra, con unos astronómicos 428 Km. /h. El record regresaba a la casa de la estrella de tres puntas. “No tenia nervios” Caracciola después relataría: “La vía parecía ser una estrecha línea blanca, los puentes un pequeño agujero negro. Era solo cuestión de pasar con el vehiculo por ellos…”

Rosemeyer fue el primero en felicitar a Caracciola y respondió: “Mi turno ha llegado”. Caracciola trato de advertirle acerca de los fuertes vientos que se avecinaban a ese mediodía de invierno, pero Bernd solamente le respondió que el se consideraba uno de los “afortunados” Antes del mediodía, Rosemeyer ya estaba en su cockpit especial para este tipo de eventos, y salio en la búsqueda del record, por la Autobahn. Viajando a 430 Km. /h, suficiente para quedarse con el record un año mas, una fuerte brisa se tropezó con el bólido de los cuatro aros y hizo que Rosemeyer volara por los aires, para encontrarse después con la muerte. Neubauer, Caracciola y von Brauchitsch; sus rivales en Mercedes, se sentaron silenciosamente por un largo rato. “Parecíamos estatuas”, diría Caracciola en sus palabras. El record de velocidad había terminado por ahora. “Bernd practiamente no sabia que era el miedo”, diría después Rudolf Caracciola de su rival: “Y a veces, eso no es bueno. En realidad, todos sentíamos miedo por él en cada carrera que participó. De alguna forma, nunca pensé que la larga vida estaba entre sus cartas. Estaba condenado a conseguir su muerte tarde o temprano”.

Bernd Rosemeyer fue enterrado con honores militares. Hitler le diría a la nación Alemana: “Que el pensamiento del que murió peleando por la reputación de Alemania descanse siempre sobre nosotros”.

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